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El gobierno de Duhalde, que dice ser fuerte pero cede a diario ante las presiones de todos y cada uno de los poderes económicos, ahora dice, por medio del ministro Jaunarena que: es posible que se estén gestando actitudes violentas en nuestra sociedad que eventualmente deberán reprimir para garantizar la paz social.
Esto es claramente una amenaza y podría traducirse como: no manifiesten más su descontento porque no será tolerado y reprimiremos.
Dejando de lado que la peor violencia es la que engendra el mismo gobierno, con sus actitudes obsecuentes y corruptas, creemos que es necesario encauzar el descontento popular para hacerlo más útil a la sociedad.
Creemos que las asambleas barriales y organizaciones similares, deberían ir conformando grupos de vecinos que se ofrezcan, organizada y formalmente, en cada municipio para colaborar con el intendente de turno.
En las actuales circunstancias una colaboración desinteresada de vecinos preocupados por mejorar una gestión de gobierno no podría ser rechazada con ningún fundamento sólido, excepto que los funcionarios tengan algo que ocultar.
Ningún funcionario honesto debería oponerse a que vecinos de su municipio, accedan a informaciones tales como presupuesto, nóminas de empleados públicos y otras cuestiones por el estilo, con el ánimo de evaluar posibles mejoras o soluciones.
Creemos que esta estrategia, serviría para controlar y detectar posibles irregularidades y para aportar soluciones cuando las hubiere.
Creemos que esta actitud sería más útil al bien común que un simple cacerolazo cuya efectividad práctica está empezando a ser bastante discutible como mecanismo para mejorar la situación de nuestro país.
Organicémonos para poder ayudar a nuestros gobernantes honestos y también para descubrir y echar a los muchos gobernantes corruptos que todavía tenemos.
Empecemos a separar la paja del trigo y a formarnos como alternativa de poder.
No es posible que exijamos que se vayan todos sin tener personas honestas listas para reemplazar a los corruptos que queremos sacar.
Esa es nuestra mayor debilidad y los corruptos lo saben y la aprovechan muy bien.
Organizándonos, terminaremos de ganar esta dura batalla.
El Gallego Soto
Webmaster de la Jabonería de Vieytes